Y hoy me siento profundamente conmocionada por una noticia que he leído en www.20minutos.es.
Reece Fleming tenía cuatro años cuando le diagnosticaron leucemia. Su madre dice "Siempre intentó caminar, hasta el final, así que pensamos que si él andaba por nosotros, nosotros andaríamos por él".
El pasado mes de mayo, ya con 8 años, les dijeron que a su pequeño sólo le quedaban unas semanas de vida. "Cuando lo supimos, intentamos hacer con él absolutamente todo lo que pudimos".
Y Reece quería a Elleanor Purgslove, su amiga especial del colegio. Habían estado muy unidos, pero se habían distanciado y él quería recuperarla.
Sus padres organizaron una fiesta, ella acudió y después continuaron viéndose hasta que un día, cargado con una pistola láser de juguete, decidió declararse y pedirle su mano. Ella aceptó y los padres de ambos organizaron la celebración.
El pasado 4 de julio y aunque sin valor legal, se celebró la boda. Hubo anillos, púlpito, certificado, paseo en limusina y cena. El día 5, Reece murió en casa junto a sus padres. Su madre recuerda lo que le dijo tras cumplir su deseo: "Ahora puedo irme".
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