miércoles, 22 de abril de 2009

¿Será niño o niña?

Hoy he leído una noticia en www.20minutos.es que creo merece la pena transcribir, por lo que es, por lo que significa y por lo que podría suponer. Juzguen ustedes mismos.



Un equipo de investigadores estadounidenses ha desarrollado un nuevo sistema para hacer ecografías con el teléfono móvil, conectándolo a una pequeña sonda a través de un dispositivo USB.

La sonda, que
cabe en la palma de la mano, ha sido diseñada por Richard y su colega David Zar, de la universidad de Washington en Saint Louis, ha informado esa institución.


A través del móvil, las imágenes podrán ser enviadas a una unidad centralizada a muchos kilómetros de distancia, donde
especialistas podrán analizarlas y hacer un diagnóstico.

La tecnología sirve para teléfonos móviles inteligentes compatibles con el sistema Windows de Microsoft, empresa que financió la investigación con una beca de 100.000 dólares (77.000 euros).

Por ahora, las sondas tienen un precio de unos 2.000 dólares (1.530 euros) y la meta es que pronto valgan 500 (385 euros), mientras que una típica máquina portátil de ultrasonido se vende por hasta 30.000 dólares (23.000 euros), según la nota.


jueves, 16 de abril de 2009

Papá, ¿cuánto ganas por hora?

Con voz tímida y ojos llenos de expectativa, el pequeño hijo recibió a su padre al llegar éste del trabajo y le preguntó:

- Papá, ¿cuánto ganas por hora?


El padre, con gesto severo, le respondió:

-Oye, hijo, esas cosas ni a tu madre se las digo y ya no me molestes que vengo muy cansado del trabajo.


Pero el niño insistió:

- Pero, papá, dime, por favor, cuánto ganas por hora.

La reacción del padre fue menos severa y respondió:


-Gano, solamente, cincuenta euros por hora.


El niño volvió a preguntar:


-Papá, ¿me puedes prestar veinte euros?

El padre se enojó y con mucha brusquedad le dijo:

-¡Así que esa es la razón de saber cuánto gano por hora! Vete. ¡Ya deberías estar durmiendo y no molestándome, niño egoísta!


Un poco después, el padre reflexionó sobre lo acontecido, se sentía culpable y no podía ver su programa de televisión tranquilo. Pensaba que quizás su hijo quería el dinero para comprar algo de mucho interés para él, por lo que queriendo descargar su conciencia, se levantó del sofá y fue hacia el cuarto del pequeño y, en voz muy baja, le preguntó:


-¿Duermes hijito?


-No, papá. - Respondió el pequeño.

- Escucha, hijo. Aquí tienes los veinte euros que me pediste.

-¡Gracias, papá! - dijo el niño metiendo sus manitas debajo de la almohada y sacando otros treinta euros. Le dijo: -Papá, ahora sí estoy muy feliz, ya completé cincuenta euros.

-Bien, hijo, ahora dime, ¿para qué quieres esos cincuenta euros?

- Papá, me podrías vender una hora de tu tiempo?

Autor desconocido


martes, 14 de abril de 2009

El abrazo salvador

Al nacer unas mellizas, tuvieron que ponerlas en distintas incubadoras, pero una de ellas no tenía esperanza de vida y a la jefa de las enfermeras del hospital se le ocurrió que podrían estar juntas.

Luchó contra las reglas hospitalarias y finalmente consiguió su objetivo.

Al ponerlas juntas, la melliza que estaba bien abrazó a su hermana regulando su temperatura y pulso con el calor de su cuerpo, logrando así estabilizar su ritmo cardiaco.

A ese gesto se le llamó, entonces, "El abrazo salvador".